Actualmente vivimos en una sociedad en la que “ser gay*” cada vez está más normalizado, aunque aún queda camino por hacer y barreras sociales que traspasar hasta llegar a la plena libertad e igualdad de derechos. Cada niño, adolescente y adulto interpretan, sienten y desarrollan su orientación sexual, identidad de género y comportamiento psicoafectivo (cómo se relaciona consigo mismo y con los demás) de manera diferente. Todos se encuentran ante esta realidad y si adaptarse al medio social es a veces complicado lo es más cuando una persona se ve o le ven diferente, cuando no entiende qué le pasa, cuando no se siente entendido y comprendido.
Dependiendo de factores como la integración y la gestión emocional, la autoaceptación y aceptación familiar y social, el niño o adolescente puede vivir “el ser gay” en general de dos formas:
- De manera natural, armónica y positiva, incluso como una oportunidad de crecimiento personal ya que la vivencia de “ser gay” puede representar una visión amplia y diversa de la propia vida, abriéndose a un gran abanico de posibilidades sintiendo que representa una fortaleza de su personalidad.
- Por el contrario, puede sumergirse en una espiral de dificultades emocionales y desadaptación social que pueden producir alteraciones e incoherencias en su identidad personal, afectiva y sexual. Se pueden generar: dudas existenciales (como preguntarse “¿quizás soy gay?”), miedo a salir del armario, sentimientos de baja autoestima, aislamiento social, ansiedad, depresión, adicciones, entre otras patologías. Y algo muy importante en la infancia y adolescencia: por su sentido de curiosidad y atrevimiento pueden caer voluntaria o involuntariamente en prácticas de riesgo que les puedan causar alguna enfermedad de transmisión sexual.
¿Qué puede suceder si no aceptas que tu hijo sea gay?
- Que vivas esta situación con sufrimiento y tensión.
- Que proyectes en tu hijo inseguridades y miedos.
- Que sobreprotejas a tu hijo, y le prives de autonomía personal y confianza en sí mismo.
- Que tu hijo reprima sus sentimientos por satisfacer tus expectativas, causando frustración y a su vez rabia y conductas no deseables.
- Que tu hijo sienta vergüenza y se esconda por miedo de ser descubierto, o cree una falsa identidad, disociándose de su verdadera esencia y personalidad, dejando de ser el mismo, y con el paso de tiempo sentirse perdido viviendo una vida de autoengaño y engaño a los demás.
¿Que puede suceder si aceptas y apoyas a tu hijo gay?
- Comunicación sincera y efectiva que favorecerá que tu hijo pueda expresarse abiertamente contigo creando un potente vínculo afectivo, compartir conversaciones sobre sus intereses y sentimientos de atracción romántica, o incluso enterarte más fácilmente si está sufriendo algún tipo de acoso o Bullying. Piensa que si no se siente comprendido en la familia, algunos buscarán tolerancia y comprensión fuera del hogar (amigos de confianza en el mejor de los casos).
- Conseguirás que tu hijo no se sienta juzgado ni catalogado.
- Podrás recomendarle medidas de protección ante enfermedades de transmisión sexual e informarle de los riesgos existentes en las redes sociales. Es bien sabido que en la actualidad es muy fácil acceder a páginas y aplicaciones de contactos con contenido sexual no apropiado y a personas que pueden aprovecharse en estos canales de la inexperiencia e ingenuidad de un niño o adolescente.
- Crear un espacio de confianza en el que tu hijo pueda desarrollar seguridad y fortaleza para afrontar de manera adecuada su autoconocimiento y las adversidades sociales, es decir que sea más resiliente.
Así mismo, es cierto que los padres necesitan un período de aceptación y a veces es difícil y muy angustioso saber cómo afrontar este impacto emocional, o saber cómo ayudar a su hijo o hija. Por ello, antes de que se produzcan situaciones conflictivas o de intolerancia que puedan causar traumas al niño o adolescente, es recomendable buscar información, consultar bibliografía, interaccionar y comunicarse con otros padres o gays, acudir a centros de ayuda del colectivo LGTB, o bien consultar a un buen profesional para recibir soporte y orientación. De esta manera el camino será más fácil. Cuantos más recursos, herramientas, técnicas de comunicación y gestión emocional tengas, más fácil será que tu hijo pueda vivir y desarrollar de manera más natural y auténtica su orientación sexual y/o identidad de género con un comportamiento emocional y social alineado a sus principios y valores genuinos, que le ayuden a construir unos pilares fuertes y consistentes en los que sostener su personalidad y emocionalidad.
“Tu hijo no tiene un problema, lo tiene una parte de la sociedad”
*gay: aunque aparece “gay” en el articulo también me refiero a todo el colectivo LGTB (lesbiana, gay, bisexual, transgénero…)
Para más información contacta conmigo:
Psicólogo sanitario colegiado COPC no 16480 (psicoterapia infancia, adolescencia y adultos)
Telf. 635607471
www.barnapsico.com / www.barnapsico.com/cat
matpsicocoach@gmail.com
Facebook: Mat Psicocoach